domingo, enero 18, 2015

15. La vuelta al cole (no patrocinada por "El Corte Inglés")

20ª Semana (12 al 18 de Enero 2015)
¿Sabéis estos niños que van por primera vez al cole y se ponen a llorar como locos cuando los separan de sus padres? Pues eso fue, básicamente, lo que me pasó a mi. No es que se me hubiesen hecho cortas las vacaciones de un mes, sino que, de hecho, en mi cabeza no había habido descanso alguno. Me agobiaba el mero de saber que tarde o temprano iba a volver al estrés puro y duro, me daba pavor que después de todo ese tiempo G. no me fuese a reconocer, pero, por encima de todas las cosas, era la primera vez que tenía pánico de irme. ¿Habría asentado mi cabeza y mis deseos a un lugar? No...no lo creía, seguía siendo muy voluble, pero ahora era más vulnerable que nunca porque sabía que al otro lado no me esperaría nadie en concreto; mis dos amigas au pair se habían ido para no volver y la soledad se cernía sobre mí con el paso lento de los días pero seguro pues era mi destino.

Sin embargo, mis miedos se fueron disipando uno a uno:

1. Si alguien me hubiese dicho que el terremoto iba a recibirme y a portarse tan bien como lo hizo aquella semana, hubiese llamado loco al susodicho. Pero el caso es que así fue, me recibió con una de las sonrisas sin la mitad de los dientes, más bonita que he visto en mi vida.

2. En cuanto a la soledad, unos días me resignaba, otros no tanto y en esas fue cuando me decidí a agarrar el toro por los cuernos y buscar compañía cuando Dios quisiera darme un día libre. Y, vaya si la encontré, muchas au pairs de Zúrich y alrededores contactaron conmigo y de repente empecé a ver luz en ese túnel oscuro. Así, el martes, conocí a Lidia, un ejemplo de valentía que me dio fuerzas para sobrellevar mi aventura.

3. Pero para el estrés no tenía remedio, simplemente, me puse como propósito para este 2015 tomarme las cosas con más calma y no reventar de continuo y, francamente, me veía capaz de cumplirlo, aunque de vez en cuando necesitaba hacer ejercicios de respiración. Pero, bueno, también ayudaba mucho el hecho de que G. comiese bastante mejor y le gustasen mis nuevas creaciones porque sí, había que empezar pisando fuerte y esa semana iba a hacer prácticos mis conocimientos culinarios "Top Chef", lo que no quitaba que siempre me temblasen las piernas de pensar en un "fracaso absoluto". Y en una de esas, el universo se vio sorprendido al ver que no sólo comía, sino que valoraba mi comida, especialmente mi plato estrella: Risotto de setas. Juro por Dios que nunca antes le había visto coger el bol de comida, hacer "Mmm" y rebañar hasta el último grano. 

Mi familia de acogida venía muy relajada y dispuesta, lo que me facilitó la vuelta al trabajo. Parecía increíble que fuera capaz de tener depresión pre-vacacional y vacacional, pero no post-vacacional (Rara, rara, rara)

La primera semana estuvo repleta de momentazos, como mi primer día en el nuevo curso de alemán al que, por supuesto, iba a llegar tarde (a un español jamás se le puede apartar de las malas costumbres...), era demasiado fácil no hacerlo cuando quedaban 30 minutos para que empezase la clase, necesitaba 45 para llegar y, además, tenían lugar todas estas cosas al mismo tiempo:

a) El despertador, de mis 3 teléfonos y reloj de mesilla estaba desconectado (El más efectivo, el natural. Tú te bebes un litro de lo que quieras, véase un zumo de frutas, antes de dormir, no más tarde de las 12pm y ya me cuentas si te has despertado a las 8 o antes) Eso sí, he descubierto, que soy capaz de arreglarme decentemente en 15 min y salir por la puerta de casa.

b) Cae la primera nevada que ven mis ojos en Zúrich. "¡Qué bonito!" (Mierda, no, Paula, céntrate, ahora mismo no está bien, te va a retrasar aún más, por no hablar de que con las botas de agua y esas cuestas dignas de cualquier temerario, tienes todas las papeletas de partirte la crisma contra el cemento)
c) Y, bueno, ésto ya es que era la risión. Lo habré dicho antes, pero es que me río de los que dicen que los tranvías suizos son siempre puntuales y si no, avisan por megafonía. (¡Maldito cliché infernal! ¡¿Es que siempre cojo el defectuoso?!) Y así fue como éste proyecto de tren me hizo llegar aún más tarde, si cabía.


NOVEDADES DE LA SEMANA

1. Anécdota:

El jueves se dio a conocer en la prensa mundial la mejor noticia que se le podía dar a una persona perteneciente a un país de la Unión Europea con divisa en euros que trabajase en Suiza porque fue el día en el que mucha gente, sin pensarlo vio su sueldo aumentado, sin llegar a producirse un aumento físico. Ésto quería decir que si una persona ganaba 1000 francos al mes, ahora ya no iba a ganar los 833 euros de antes, sino ¡1000!

2. Comidas/bebidas nuevas:

 - Bollo del "Dreikönigstag" (Es tradición suiza comer este bollo el 6 de enero, sí, ellos también tienen 3 reyes, lo que no sé si serán magos. El caso es que el bollo tiene la particularidad de estar dividido en bollitos más pequeños, así que cada uno toma el que desee y el que encuentre al rey en su interior será coronado y podrá decidir lo que quiere o no hacer ese día, por ejemplo no limpiar o no cocinar. Eso sí, tienen la costumbre de poner pasas a todo, así que enemigos de éstas, disfrutadlo con ojo).
 - Porridge de manzana y canela
 - Porridge de sirope de arce y azúcar moreno "Quaker"
 - Barrita de chocolate blanco "Munz"


3. Lugares visitados:

 - Üetliberg (El punto más alto de Zúrich)
 - Cafetería Huusmaa (Dan croissants ¡GRATIS!) 
4. Mis favoritos:

 - Mandarinas

 - Queso Parmesano "Coop"
 - Zumo de naranja "Innocent"
 - Chocolate caliente con vainilla de la Cafetería de "Migros Klubschule" en Oerlikon

5. App para au pairs:

 - "Au pairs in Zürich": Los comienzos son duros se mire por donde se mire, sobre todo para las au pairs porque no tienen compañeros de trabajo, a menos que gusten de salir a parques infantiles, beber zumitos o hablar de los últimos videojuegos para la consola más nueva del mercado. 
Si a ello, añadimos que nos vamos solas a otro país donde, por lo general, no tenemos dominio del idioma, añadimos más emoción al asunto.
Yo vivía al "límite" con eso de que en Spaniards algún alma caritativa se topase por casualidad con mi mensaje desesperado, hasta que descubrí el emocionante mundo de las páginas de Facebook, en concreto, ésta. Bien es cierto, que para entrar, tuve que convencer a la coordinadora de que no trabajaba para una compañía aérea, pero, por lo demás y, después de esperar 3 días, a que aquella mujer se decidiese usando el método de la ruleta de la suerte porque no se fiaba de mí un pelo (de hecho, ella misma añadió en mi biografía que era au pair), pude entrar en el selecto grupo de 464 personas...

MORALEJA: No os carguéis vuestras vacaciones por un miedo irracional, puede ser una pérdida de tiempo, pero sobre todo una pérdida de salud. Y si, como yo, no lo podéis evitar, plantearos a qué precio queréis mantener ese trabajo.

"Cuántas cosas perdemos por miedo a perder"- Paulo Coelho

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