"Curioso, curiosísimo", como dijo Alicia en el País de las Maravillas; cada vez que volvía de mis vacaciones lloraba y lloraba como una magdalena y, sin embargo, cuando empezaba a trabajar, de nuevo, todo me parecía más sencillo que antes de irme: la niña se portaba mejor, el tiempo pasaba rápido y me tomaba todo con filosofía tibetana.
Lo único que rompía un poco el esquema de paz era que, ahora, G. parecía tenerle pánico al cambiador, raro dado que nunca se había caído, al menos, no conmigo. Indagando por Internet, porque cuando pasan cosas así leo mucho, ví cantidad de casos similares que no tenían una razón de ser, así que decidí no darle importancia y buscar la manera de distraerla; nada relevante, vaya.
Cuando los papis volvieron de San Francisco, me llevé una de las mejores sorpresas desde que estaba aquí, no sólo me había comprado un perfume, sino que había adivinado, sin comentarlo jamás, el único perfume por el que había sentido un interés especial. Así que cada vez estaba más segura de que tenían poderes extrasensoriales, o eso, o eran brujos, lo que me hizo incrementar, más si cabía, mi reciente obsesión por "Harry Potter".
Sí, no sabía a que se debía pero estaba como obsesionada por visitar el parque temático basado en los libros y releer estos últimos. Quería ir a Hogwarts a mis 25, eso era innegable.
Pero antes de comentar mi semana que fue sensacionalmente buena, y ojito, grabad ésto en vuestras retinas porque ya sabéis lo que me cuesta ser optimista, estuve en España. 6 días bañados en lluvia, cierzo y cantidades ingentes de cosas que hacer por lo que, básicamente, relajarme, lo que se dice relajarme, lo hice más bien poco, por no decir que me tocó ir (ACLARACIÓN: soy flexible en vacaciones, lo que significa que yo no elijo cuando me voy) la única semana que mis padres se iban de vacaciones y mi hermana trabajaba fuera... Sí, a eso se le llama "Suerte".
Pero no quería restregaros mi semana de "sol y playa", sino dejar patente aquí y ahora que soy la persona más desorganizada a la hora de comprar los billetes de medios de transporte. Yo, que cuando era una joven e inexperta chiquilla y viajaba a Guernsey por mi cuenta y riesgo, era capaz de pegarme 4 o 5 horas, si hacía falta, en el aeropuerto, ahora lo cogía todo que o bien tenía un petardo en el culo o era, básicamente imposible enlazar los vuelos con los trenes/buses. Así que a la ida perdí mi tren, y yo que también andaba perdida en Barcelona, sin más trenes que poder tomar, me vi sumida en un caos de subir y bajar escaleras de metro con mi maletón kingsize para llegar a la maldita Estación de Nord desde una aún más maldita Estación de Sants (En verdad, aquí todo fue un cúmulo de infortunios, mi avión no podía aterrizar debido a los fuertes vientos y se quedo dando vueltas en el aire 30 minutos más de los previstos, mi maleta no salía ni a la de 3, estaba en la Terminal errónea para coger la lanzadera y mi tren era el último de la noche. Por no hablar de que no quería saber nada de taxistas desde la última vez que visité a España y no llevaba dinero suficiente, ya ves, 3 euros de mierda, y el hombre me montó el chocho de su vida)
La vuelta también fue el lío padre porque mi jefa me quería antes de las 2pm en Zúrich (para luego, no tener que currar absolutamente nada, en fin...), así que sólo podía tomar el primer avión del día, osea, a eso de las 6.45 y como había que facturar el dichoso maletón había que estar bastante antes; pero qué pasaba, que mi bus desde Zaragoza llegaba a Barcelona a eso de las 3.30am y la lanzadera no empezaba hasta las 5.30am (y como seguía a la gresca con los taxistas, me negué a coger uno). Al final, mi novio, que es un trozo pan de estos que te los comes con gusto, me hizo el regalo más bonito que me han hecho en la vida, más rato juntos, así que me llevó él hasta el aeropuerto desde Zaragoza y, joder, fue duro, era de noche y nos entró sueño, así que me río yo de Ulises y su Odisea, porque lo que sí fue jodido fue mantenernos despiertos los dos y no su viaje con sirenas y cerdos, que esos los escuchas o te los comes y punto.
El caso es que llegué a Zúrich y mi pareja a Zaragoza, los dos sanos y salvos, y después de los regalos, empezó la rutina: desayuno, primer paseo, comida, siesta, segundo paseo y, no, esta semana me libraba de todas las cenas (Ueeeeeeeeh!!) Terminaba a una hora decente y podía reengancharme a ver "Walking dead".
La niña estaba más grande, más guapa, más alta después de 6 días sin verla, tenía otra vez el problemilla de los dientes (Así era imposible quitarle los chupetes del demonio porque sino masticaba todo lo que se le pusiese por delante) y un par de cosas muy curiosas eran, la primera, que me imitaba a la perfección hablando con su bebé en el carrito (lo acariciaba, le daba abrazos y besos) y la segunda, que había aprendido que no podía llevárselo a la calle, pero sí a su muñeco, así que cuando le decía "G., ya sabes las normas", ella cogía a su bebé, y aparcaba, literalmente, el carrito en casa: Adorable. También tenía sus rabietas, pero, bueno, quién no las tenía, especialmente a su edad.
La semana también dio de sí para pintar huevos de Pascua, hacer un bizcocho para animar a un amigo, ayudar a preparar un examen de inglés y beber de gratis gracias a unos alemanes, así que para ser el principio de la recta final, y aunque la meteorología haya sido la cosa más extraña que haya presenciado jamás y mis jefes me hubiesen quitado la esperanza de tener esas 2 semanas que supuestamente iba a tener de vacaciones en Abril, luego en Mayo y, ahora, nunca, estaba feliz.
PROST!
NOVEDADES DE LA SEMANA
1. Anécdota:
Creo que nunca he dicho por aquí lo quemado que debo de tener a mi pobre vecino, me comentó hacía un tiempo que podía escuchar todo lo que pasaba en mi habitación, especialmente cuando cantaba, así que esta semana, Facebook, me descubrió lo mejor que me podía pasar y lo peor que le podía pasar a él, una aplicación karaoke cuyo nombre es: "Smule - Sing! Karaoke" y que me tuvo el mismo día que la descargué 5 horas cantando sin descanso.
Oye, dice que le gustan mis canciones y mi voz, yo mientras no se queje, ahí voy a seguir dándole (aunque a algunos sólo sea por c*** jajajaja)
Creo que nunca he dicho por aquí lo quemado que debo de tener a mi pobre vecino, me comentó hacía un tiempo que podía escuchar todo lo que pasaba en mi habitación, especialmente cuando cantaba, así que esta semana, Facebook, me descubrió lo mejor que me podía pasar y lo peor que le podía pasar a él, una aplicación karaoke cuyo nombre es: "Smule - Sing! Karaoke" y que me tuvo el mismo día que la descargué 5 horas cantando sin descanso.
Oye, dice que le gustan mis canciones y mi voz, yo mientras no se queje, ahí voy a seguir dándole (aunque a algunos sólo sea por c*** jajajaja)
- Halva de cacao "Koska, 1907"
- Snitzel de tomate y mozarella "Delicorn - Coop"
- Chocolate blanco con cayena y naranja "Jcoco Chocolates" (De San Francisco)
- Mochi congelado de coco "Yoojis"
- Batido de chia y mango casero
- Huevos rotos con mantequilla y leche de coco caseros
- Col rizada salteada y huevo pochado casero
- Cake Friends (Recomendación: Bizcocho de zanahoria y para beber no recuerdo el nombre pero es una mezcla de vino rosado con limón)
- Familientreff Hard (Un recreo interior para los niños - Perfecto para los días de lluvia y es gratis - Bullingerstrasse 60)
- GZ Hirzenbach, pintando huevos de Pascua (Helen-Keller-Strasse 55)
- Sopa/Crema instantánea de brócoli "Knorr"
- Halva de cacao "Koska, 1907"
- Mochi congelado de coco "Yoojis" (De lo mejor que he probado en la vida)
- Col rizada con huevo pochado
5. Película de la semana:
- "Así en la Tierra como en el Infierno" NOTA: 6.5 (Está bien, estilo "El proyecto de la Bruja de Blair", entretiene y la idea, como poco, es original, pero para ser franca, la he visto un par de veces y sigo perdida, como si no la llegase a entender del todo y eso decepciona. Ahora sí, me apetece mucho visitar las Catacumbas de París)
"Me fui a ser feliz, no sé cuando vuelvo..." - Acción poética
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