domingo, octubre 19, 2014

7. I f****** hate Mondays!!!

7ª Semana (13 al 19 de Octubre 2014)

Me río yo de los lunes de la gente que no tiene hijos. Ya sabemos todos que es el día más detestado por razones obvias, pero si a eso le añades un bebé llorando sin botón de "pause", entonces ya sí crees que no vas a llegar al martes (COMPROBADO)
Pues bien, eso me sucedió a mi cuando después de creer que el día estaba siendo bastante tranquilo, al llegar a casa de nuestro rutinario segundo paseo (lo de rutinario es un decir porque antes de salir de casa y cuando ya había bajado todas las escaleras, me dí cuenta de que el carro que estaba abajo, estaba calado de agua,- venga carro pa' arriba, venga el otro carro pa' abajo y en tanto G. lloriqueando porque no la estaba llevando en brazos, mientras yo casi me abro la cabeza de bajar casi rodando parte de las escaleras. Más luego, en el bosque no le apetecía andar y lo único que hacía era sentarse en todo el barro para jugar con las piedras, mientras unos ansiados nubarrones negros se ceñían sobre nosotras. Cuando, por fin, conseguí ponerla de nuevo en el carro, empezó a caer una buena y yo sin paraguas y ella sin el plástico, así para mejorar su catarrazo), la niña empezó a llorar. ¿Por qué? No quería agua, no quería comer, le cambié el pañal, intenté jugar con ella, TODO. Lo único que conseguía calmarla un poco, no sin antes destrozarme el tímpano durante un par de minutos, era cogerla en brazos. La razón era la de siempre. Yo maldigo el no nacer directamente con los piños puestos, y ya si lloran, que lo hagan dentro del útero materno que eso está insonorizado.
Pues bueno, decidí que como no había manera de silenciar aquella sirena que anunciaba la llegada de la guerra o que caía la noche en "Silent Hill", le puse la televisión, cosa que hasta entonces no había hecho porque tratábamos de no volverla una adicta desde tan pequeña (aunque con la basura que echaban siempre, no creo que eso existiese ni como posibilidad).

Cuando llegó el martes, casi lloré por que no se hubiese saltado ese día la semana y hubiésemos pasado directamente al miércoles, pero, lo cierto es que entonces no hubiese tenido ocasión de vivir una de las anécdotas más hilarantes de la semana. Estábamos la peque y yo en China Garten admirando las carpas XXL del estanque desde un balconcillo, cuando sin esperarse esa salida, apareció un zapato en el agua, ¿adivináis de quién? 
Pues lo que sucedió después fue un chiste: mientras las carpas intentaban con ahínco comerse el zapato, dejé a la niña con una mujer que quiso ayudar para que yo me pudiese encaramar al barandado, tipo Spiderman del tres al cuarto, y alcanzar el zapato que, por supuesto, ahora parecía la bañera de la Barbie del agua que tenía dentro. Para mejorar la situación más si cabía, la niña que, obviamente ya no podía usar ese zapato para caminar tuvo que ir sentaba en la sillita y tuve que subir y bajar, como no, escaleras a porrillo, por no hablar de que ese día tenía que ir más arreglada que de costumbre porque los padres tenían cena, así que no podía aparecer yo allí con la cría descalza. Y venga a buscar un baño con secador por la calle para dejarlo decente. El problema, que aquí, en Zürich se paga por mear y, obviamente, yo no iba a pagar un franco sólo por secar un zapato (es que suena a coña). Resumiendo, el zapato volvió a ser un zapato y todos contento.

El resto de la semana fue bastante normal, incluyendo un babysitting llorón, una cazada mítica en el zoo al usar el carnet anual que no era mío (porque estaba caducado y no me dejaba pasar...Pero sin consecuencias graves), la organización de una cena con mis compañeros de clase de alemán sin resultados claros porque aquello parecía la torre de Babel (cada uno hablando en su idioma, o no hablando directamente), una mañana de viernes llorona porque G. no quería que su madre se fuese de casa, muchas comidas difíciles, una limpieza a fondo de mi estudio, un "lost in translation" con mi compañero de clase el sábado por la noche cuando yo le hablaba a él en inglés y él a mi en alemán y el conocer a una nueva compi-au pair el domingo.


NOVEDADES DE LA SEMANA

1. Anécdota

El miércoles por la tarde, pude, por fin, tachar de mi lista de "Cosas qué hacer en Suiza", el abrir mi propia cuenta bancaria suiza. Después de estar casi un mes y medio sin ella, pude notar el poder de todos los grandes ladrones de España y el mundo correr por mis venas y sentir la necesidad de meterme en política y empezar a mangar a manos llenas, pero luego apareció mi angelito en el otro hombro y me sopló al oído que con la suerte que tenía, lo mismo acababa en la cárcel zuriqueña. 
Tuve que sopesar 2 opciones, eso sí:

-USB bank: Lo que entendí fue lo siguiente: PAGA, PAGA, PAGA, PAGA, PAGA
-Post Finance: Aquí todo es FREEEEEEE, excepto los gastos por mantenimiento por tener 25 (Buajajajajaja, risa maligna del banco)

Pero, creédme, preferiríais lo segundo si hubieseis escuchado al primero.

2. Comidas/bebidas nuevas:

 - Pineberries (Fresas blancas con sabor a piña)
 - Té verde con miel "Arizona"
 - Batido de chocolate "Ovomaltine" (¡Al fin!)
 - Chocolate de avellana "Ragus: Blond"
 - Quiche de queso "Coop"
 - Croquetas de röstis "Coop" (¿Os acordáis de las croquetas de patata que me salvaron de la desnutrición en Guernsey? Pues éstas vienen a ser casi lo mismo)
 - Batido de vainilla helado "McDonalds"
 - McFlurry de chocolate y Chips Ahoy "McDonalds"

3. Lugares visitados:

 - China Garden

 - Parque del Landesmuseum

4. Mis favoritos:


 - Batido de chocolate "Ovomaltine"
 - Té verde con miel "Arizona"
 - China Garden

MORALEJA: Hay que ser positivos siempre, incluso con los lunes, bueno no, con los lunes se puede hacer la excepción de odiar abiertamente. Los bancos suizos gustan de sangrar a sus clientes con cierta malicia: yo voto por tirar a todos los banqueros al estanque de las carpas mutantes chinas.

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