domingo, octubre 26, 2014

8. Se acerca el invierno

8ª Semana (20 al 26 de Octubre 2014)

Más que acercarse se podría decir que, definitivamente, ha llegado a Zúrich, no como en "Juego de Tronos" que llevan anunciándolo 4 temporadas y ya llevan 1500 personajes muertos y aún no se ha visto ni que sople cierzo (menos en el Muro que los pobrecicos a falta de ventisca, bien les tocan las bolas (de nieve) con ataques en masa).
Es una lástima, me hubiese venido de perlas ver como sobrevivían al frío ese tan bestial del que alardean porque creo que viene a ser algo similar a lo que hace aquí. Por no hablar de que la gota fría que nos acosaba en Guernsey, me había encontrado y llevaba un par de días que ríete tú de los monzones de la India y los huracanes americanos; aquí éstos venían tipo pack 2x1, creo que con decir que en algunas partes de Suiza los vientos llegaron a alcanzar los 170km/h con gotas de lluvia proyectadas, os hacéis una idea (¡No, a los ojos noooooo!)

De un tiempo a esta parte, he mejorado mucho a la hora de comprar, siempre en busca del chollo. Ahora soy capaz de llevar en mente lo que quiero comprar y no sobrepasar los 10 francos suizos, el secreto está en comparar y comparar las distintas marcas, siempre y cuando no nos dejemos llevar demasiado y terminemos por adquirir en lugar de jabón de manos, ácido corrosivo por 1 franco, por poner un ejemplo. Luego tengo esos días, como el viernes, que me decido a dejar de ser una tacañona y comprar como Dios manda, pero mirando siempre los precios y éste fue el resultado.
Un total de 31.95 CHF = 26.50 Euros
En cuanto al trabajo, han surgido nuevos retos, ¡cómo no! Ahora G. se dedica a ponerse de pie en la cuna durante su hora de la siesta mientras la zarandea, da vueltas y recita la Biblia (he llegado a tenerla así 30 minutos de reloj, fuera de coñas); lo cual no hizo sino atacarme aún más los nervios que los tenía ya destrozados por múltiples otras cosas. Así que al final del día, habría dicho una media de 150 palabras malsonantes por no hablar de mis 500 pensamientos suicidas, especialmente cuando, ahora en mis babysittings también se había acostumbrado a que cuando acabase de cenar montase unos circos majos: unos llantos con chillidos horripilantes de duración hiperprolongada que eran imposibles de calmar (queríamos creer que era la misma historia de siempre: dientes y miedo al abandono, pero vamos que para lo primero le dabamos su medicina y para lo segundo no había explicación porque en ningún momento se la dejaba sóla).

El lunes fuimos a su primera clase de canto mientras yo no dejaba de pensar: ¡¿Pero cómo va a cantar la cría, si no sabe ni hablar?! Pues bien, las clases consistían en que las madres y los niños más mayores cantasen canciones en alemán mientras tocaban palmas u otras pijadas. La idea no estaba mal, pero G. es muy tímida y no había manera de separarla de mí. Eso sí, para cuando la pobre se decidió a socializar, se acercó a abrazar a otra niña de su misma edad con tan mala suerte que ambas se cayeron de espaldas, golpeándose la niña random en la nuca con una silla y, obviamente, se montó el típico chocho de lloros.
La verdad es que cuando llevas tanto tiempo escuchando lamentos, te empiezas a cuestionar si no preferirías estar escuchando las quejas de los clientes de un hotel; que esas, al menos, no son diarias, aunque sí más tocapelotas.

El miércoles sustituyó esta semana al lunes, más que nada porque fueron como 1000 horas del tirón y un baby sitting corto, ya que los padres se apiadaron de mi alma y volvieron antes de lo previsto, aunque para entonces en todo el día me comí que el "Museo de los Juguetes" al que fui por la mañana estuviese cerrado, que tuviese que cancelar la excursión de la tarde a un "Museo de calabazas" porque resulta que estaba en a tomar por culo tomando la 2ª salida, girando a la izquierda y descendiendo al infierno (Backup plan o plan de emergencia: Perdernos por el bosque un rato), todo ello bajo incesantes lluvias; más el babysitting más diabólico de la historia de la humanidad.

El viernes lo compensó todo porque mi pequeña monstruita estaba tan chocha conmigo que hasta le dio lo mismo que su madre se fuese a trabajar esa mañana, y qué queréis que os diga, lo viví porque fue como volver al principio cuando disfrutaba de cada hora de ser au pair. Lo que no quería decir que el domingo no necesitase una desconexión total (por eso me hice con todas esas provisiones), rechazando el amable plan de la familia de acompañarles en una excursión a otra ciudad suiza.

Esa semana, además, pude volver a Hiltl (elegir perfectamente bien mi comida entre los 100 platos diferentes), salir por primera vez de noche desde que estoy aquí, cerciorarme de que soy una crack poniendo anuncios para deshacernos de las cosas que ya no usa G. y de que padezco algo extraño que me hace entrar en una especie de catatonia cuando me monto yo sóla en un tranvía: pierdo totalmente la noción del tiempo, del lugar y de todo. Es una sensación tan sumamente placentera que podría dormirme sin proponérmelo. Ésto, claro, deriva en innumerables inconvenientes: pasarse paradas sin conocimiento, coger los tranvías en el sentido opuesto, perder tiempo, eso que aquí aprecian más que el dinero; pero, bueno, yo, de momento, soy feliz con mis ensoñaciones tranvíticas.


¡Hasta la semana que viene!


NOVEDADES DE LA SEMANA

1. Anécdota:

Las apariencias engañan, el jueves lo corroboré. Decidí sentarme en esa parte trasera que tienen los tranvías más modernos de Zúrich y que tiene 2 bancos uno enfrente del otro, con la esperanza de poder hacer mis ejercicios de alemán tranquilamente ya que estaba segura de que nadie se sentaría enfrente teniendo todos los demás vagones vacíos; pues bien, en ésto que subió una señora bastante curiosa y se me sentó justo delante. Empezó a marear una pila de periódicos que había recogido mientras hablaba sóla. Llegué a pensar que podía tratarse incluso de una indigente por la apariencia y por lo que trasportaba, sin embargo, cuando, por fin, decidió dirigir sus palabras a mi y no al vacío, descubrí que la mujer había viajado por el mundo y había incluso estudiado español en Barcelona, también hablaba estupendamente el inglés y me contó que si había podido viajar tanto era porque en sus años jóvenes hacía dos trabajos al mismo tiempo, vamos, una curranta de los pies a la cabeza. Al final, sinceramente, sentí lástima porque tuviese que bajarse 2 paradas antes que yo, había disfrutado tanto de su compañía que el viaje se me hizo hasta corto e ¡impidió que entrase en estado catatónico, para variar!

2. Comidas/bebidas nuevas:

 - Sándwich de leche "Kinder"
 - Pan de nueces, higos y pasas
 - Pan de olivas (pero con olivas enteras)
 - Castañas suizas (Puesto callejero)
 - Muesli de Banana y Chocolate "Nestle Junior" (Es de la niña, pero un día probé el que no se quiso comer, y llamadme rara, pero estaba mmmm mmmm)
 - Chocolate blanco relleno de mousse de más chocolate blanco "Lindt"

3. Lugares visitados:

 - Clases de canto (en Turnerstrasse)
 - Paddy Reilly's Irish Pub (No es como los pubs irlándeses que conocía yo, más bien parecía aquello una discoteca, faltaba el aire de tan apretados que estaban todos y la música aunque no estaba mal, recordaba más bien a una discomóvil en fiestas. La jarra de cerveza estaba a 8 CHF, que dentro de lo que cabe es muy buen precio, la caña a 4.90 CHF, la Guinness pequeña 5.40 CHF y la grande aprox. 10 CHF)
 - Pur Pur (Reggaeton, ambiente cargadísimo, botella de cerveza "Estrella Damm Barcelona" 9 dolorosos francos, servicio bastante malo comparado con el anterior y baños escondidos tras puertas secretas -gran putada si te meas desesperadamente-. Pero quedándonos con algo positivo, el sitio está decorado a lo "Mil y una noches" y la entrada es gratuita -Entrada a partir de los 21 años)
4. Mis favoritos:

 - Queso Camembert aux saveurs d'automne de "Globus"
 - Salsa de curry y mango "Heinz"
 - Arroz integral/marrón ecológico con verduritas y salsa de soja casero (4 pers)
 1º) Para favorecer todo el proceso, debemos dejar el arroz, previamente lavado, a remojo durante unas cuantas horas para que se ablande ligeramente,
 2º) Cocemos 4 tazas de este tipo de arroz por 45 min (3 tazas de agua por cada una de arroz). Elegimos el arroz integral por tener un contenido en fibra, vitaminas y minerales mucho más elevado que el del blanco y porque produce una sensación de saciedad mucho mayor. Su peor inconveniente: Mayor tiempo de cocción.
 3º) Mientras éste se va cociendo, picamos una cebolla pequeña y la sofreiremos, incorporando seguidamente a trocitos: brócoli, coliflor, maíz, media batata y tomatitos cherry. (Las cantidades y las verduras pueden variar según el gusto o la disponibilidad).
 4º) Una vez sofrito ligeramente todo, agregaremos el agua suficiente para cubrir las verduras y, así,cocerlas. Una vez pasados alrededor de 15 minutos, quitar el agua de las verduras y dejar éstas a un lado hasta que el arroz esté totalmente cocido.
 5º) Añadir las verduras al arroz e incorporar salsa de soja al gusto (es fuerte, así que cuidado con pasarse: ¡qué no es aceite!). Remover todo bien y ¡qué aproveche!

MORALEJA: Cada día reafirmo mi decisión de no tener descendencia.

"Cuando los padres han cosntruido todo, a los hijos sólo les queda el derrumbarlo." - Karl Kraus, escritor y periodista austriaco.

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