domingo, mayo 17, 2015

27. En Mayo, QUÍTATE EL SAYO (Porque vas a sudar, guapa)

37ª Semana (11 al 17 de Mayo 2015)


La ola de calor avernal había llegado. Y yo que pensaba que estado lejos del Mediterráneo, me libraría de los sudores, la sensación de deshidratación, el agobio.. Pues no, porque Suiza a pesar de tener sus montañas y sus macro nevadas, también tenía un verano demencial, ¡qué digo!, ni verano, PRIMAVERA. Miedo me daba saber como sería la estación siguiente.
Para empezar la semana con "buen pie", no se me ocurrió otra que "meter la pata", pues el karma que parecía decidido a convertirme en el pirata "pata-palo" no había hecho otra cosa que no fuese romperme el tobillo en Guernsey, gestar unos futuros juanetes, dar lugar a 1001 durezas (que, o pedía ayuda al Dr. Scholl y su rodillo mágico, o veía las estrellas) y la última, hacer que me cayese el taburete de un piano (que lo mismo pesaba 1000 kg. Sí, joder, pesaba más el taburete que el piano) sobre el dedo gordo del mismo pie que padeció la rotura en la isla. Para más inri, iba descalza, si hubiese llevado mis inseparables Convers con su puntera de goma, me hubiese librado de tanta tortura, pero no, el taburete, espero a caerse justo cuando, precisamente, no llevaba zapatos. 
El caso es que me dió un ataque de estos muy míos, cómo se llaman, ¡ah, sí, de nervios! porque no podía andar del dolor, pensaba que iba a tener que dejar el trabajo porque en esas condiciones me era imposible cuidar de la niña, que iba a tener que ir al médico y entrar en un estado comatoso al ver la factura (porque no estaba del todo segura de si estas cosas me las cubría el seguro y todos sabemos lo cara que es Suiza) y lo peor de todo, volver a usar muletas...
Para mi gran suerte, mi vecino, además de espectador de mis conciertos lúdicos a las tantas de la mañana, era doctor y una gran persona. Me lo miro y me dijo que de haber estado roto, hubiese aullado al moverlo hacia arriba y hacía abajo, y que el dolor y el hematoma eran normales debido al trauma; me dió unas pastillas que venían a ser algo así como el paracetamol y una pomada para evitar la inflamación y el dolor, y por consejo materno (que había padecido algo similar con anterioridad), me vendé el dedo gordo junto con el siguiente para estabilizarlo.
Los días que acontecieron, le dieron la razón, me recuperé poco a poco, aunque el resentimiento se quiso quedar algo más.
La semana pasó bastante bien, de ésto que hasta disfrutas trabajando aunque hubiese momentos de "Tierra, trágame ya que quiero acabar en China". 
Hice algo de deporte espontáneo en los brazos al tener que dormir en uno de éstos a la criatura que ya no era peso pluma, precisamente. 
Y tuve que currar en un día de fiesta nacional, que, para ser honestos, no sé qué se celebraba, pero esta gente tiene más vacaciones que un político. Y, ahora, viene, lo gracioso, me gustaba trabajar cuando todos los demás estaban de fiesta porque cuando acababa de hacerlo y se me ocurría salir a ver que ambiente había, me topaba con un cola kilométrica en uno de los únicos supermercados que estaba abierto, zombis ralentizados por el calor entorpeciendo el paso en las aceras y todo abarrotado, sin excepción. Así que cuando tuve la oportunidad de no chocarme cada 5 segundos con un individuo, me cogí un tranvía y me encerré en el frescor y la soledad de mi cueva.
No sin antes, tener una súper anécdota que contarle a mis nietos: Estaba sentada en el tranvía, cuando un hombre me preguntó la hora, no teniendo suficiente con la respuesta, entabló una conversación de la siguiente manera:
"¿Eres de Japón?"
"Pues no, más bien de Zaragoza"
El caso es que el hombre decía ser un artista en alza, que admiraba a Picasso y que estaba diseñando las futuras decoraciones de los tranvías de Zúrich. Me dió uno de sus diseños, que no tenía muy claro si lo había hecho él o un niño de 2 años y me lo firmó. Oye, yo lo conservo, no sea que un día, me saque las castañas del fuego.

El curso intensivo de alemán, cada vez, se me antojaba menos. Yo que vine a aprender el idioma con la misma ilusión que un niño espera a Santa Clavos... Lo cierto es que tampoco fui muy aguda al elegir el país para aprenderlo pues aquí hablaban lo que bien podría compararse al castellano cerrado de la España profunda o al de "Puente Viejo".

El sábado preparé con mi madre de acogida (me gusta llamarla así), una tarta que, en verdad, era un híbrido entre un bizcocho de nata y nueces y un pastel de manzanas; para el cumpleaños de mi monstruito, que, sí, por fin iba a cumplir los 2 años y ya no tendría que ir por la vida diciendo: tiene 1 año y 11 meses o  tiene 23 meses y medio, que al final casi me daba hasta pampurrias complicar tanto el asunto en lugar de decir: ¡2, tiene 2 años!
Pero la fiesta no se celebró hasta el domingo y al más puro estilo americano, en el jardín de un hotel enorme, con muchos niños, un payaso, maquillaje facial y tatuajes, buffet y una de esas tartas temáticas que aparecían en el programa "Dulces e increíbles".

Para la ocasión he estrenado mi propia temporada de sandalias, que, ahora que el dedo del pie no parece una morcilla de Burgos, por fin, puedo airearlos. ¡Salid mis pequeños, respirad el aire puro!

NOVEDADES DE LA SEMANA

1. Anécdota:

Los niños cada vez salen o más listos, o más adelantados a su edad porque sino alguien me va a tener que explicar como una niña de menos de 2 años sabe como funciona el tema de reproducción, veréis:

Estábamos las dos solas en una de nuestras excursiones al museo de los tranvías cuando, G. se acercó a un maniquí que tenían allí expuesto con las ropas típicas de, o bien un conductor, o bien de un revisor de antaño. El caso es que a lo que me doy cuenta, la niña no sólo estaba diciendo "Baby, baby", sino que mientras lo hacía, le señalaba el paquete al señor, bueno, la verdad es que el pantalón dejaba poco a la imaginación porque había un hueco que al no llevar calzoncillos, había que dar gracias de que sólo fuese un muñeco o le hubiésemos visto toda la mandanga.
¡DESINHIBICIÓN SUIZA!

2. Comidas/bebidas nuevas:

 - Bebida de mango "Arizona - Mucho mango"
 - Bebida de aloe vera con sabor a mango "Aló - Allure"
 - Sufleu Plombir "Bucuria" (Dulce rumano que es como si hubiesen derretido varias nubes de chuchería y las hubiesen cubierto de un fino manto de chocolate negro)


3. Lugares visitados:

 - Sorell Hotel Zürichberg

4. Mis favoritos:

 - Bebida de áloe vera con sabor a mango "Aló - Allure"

 - Tarta de cumpleaños de mango y frambuesa del cumpleaños de G (Sin duda, la mejor tarta que he probado en toda mi vida)

5. Película de la semana:


 - "La cueva" NOTA: 7 (Brutal en ambos sentidos. Un regalo para los amantes del falso documental)

MORALEJA: Quiero creer que cuando la vida nos da golpes (en los pies), nos está intentado meter caña para aprovecharla mejor.

"Prefiero morir de pie (aunque esté coja), a vivir arrodillado" - Che Guevara

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